martes, 7 de junio de 2011

Red de Cineclubes de Chile: Por la formación de hombres nuevos



La 1º Convención de Cineclubes de Chile, realizada en la ciudad de Valdivia en 2010, aunó a parte importante de las instituciones nacionales dedicadas al cineclubismo, actividad que en nuestro país nace en los años cincuenta y que paulatinamente ha vuelto a ponerse en debate de la comunidad audiovisual a partir de una activa presencia en los últimos años. Dicha convención permitió constatar que en un mundo hiperconectado, aún las diversas instancias cineclubísticas locales permanecíamos aisladas, sin conocernos, pero viviendo una experiencia común.

Los cineclubes se han constituido a lo largo de todo el país como espacios disidentes a la explotación comercial que arrasa al arte cinematográfico. El cineclubismo chileno cuenta con brillantes momentos en su historia: los años sesenta y setenta con el Cineclub Universitario fundado por Pedro Chaskel en 1954 o el Cineclub de Viña del Mar creado por Aldo Francia en 1962, el Cineclub de la Universidad Austral en los años sesenta, la resistencia cultural a la dictadura militar que realizaban los integrantes del Cineclub Omega o las presentaciones de Enrique Eilers en Temuco en los años ochenta.

Es imperante que los diversos actores del cineclubismo chileno nos aunemos horizontalmente, que revaloricemos nuestra historia y reconozcamos a nuestros pares, los que, hermanados en la cinefilia y la formación de una ciudadanía audiovisual organizada, podamos fortalecernos al estar reunidos y vinculados.

Debido a esto es que desde hoy configuramos la Red de Cineclubes de Chile, agrupación cuyo fin superior es aunar a todas las instancias que se dediquen a la formación de público bajo la lógica de un cineclub. De esta manera buscamos reivindicar, defender y desarrollar la actividad entre pares, para que así, sistemáticamente, nuestro rol sea reconocido y validado dentro de la comunidad audiovisual y a nivel estatal.

La red busca visibilizar y poner en valor el rol de los cineclubes en la sociedad actual. Sensibilizar a las diversas instancias existentes en el país, para que el precario apoyo que hay actualmente se subvierta, y de esta manera potenciar la actividad en pos de educar a un público ansioso de nutrirse de cultura audiovisual, y que muchas veces se ve imposibilitado por razones económicas, geográficas o sistémicas. La verdadera actividad formadora la hacemos en estos reductos, donde no existe el lucro de por medio, y donde lo que importa realmente es el diálogo, la reflexión, y el acceso libre al patrimonio audiovisual.

Hacemos un llamado a todos los cineclubes de Chile a que formen parte de esta red de manera activa, para que ésta vinculación permita realmente optimizar los medios con que cuentan los espectadores para acceder no solo a ver buen cine, sino a estudiarlo, pensarlo, y en definitiva, incorporarlo como un herramienta propiciadora de desarrollo. Para constituirse como cineclub, se debe difundir el arte cinematográfico de manera prolongada y constante en el tiempo, considerando la generación de debates, foros, publicaciones, crítica y estudios. Dirigimos esta invitación a todas las instancias enmarcadas en esta intención, que trabajen de forma autónoma, libre y sin fines de lucro, sean públicas, universitarias o realizadas por particulares, siempre que ellas sean abiertas a la comunidad.

En vías de desarrollar la actividad, estrechar lazos, tender puentes con instancias ajenas al cineclubismo y redescubrir un histórico campo de reflexión, es que planteamos:

  1. Realizar la 2º Convención de Cineclubes de Chile, que este año ha sido invitada a formar parte de las actividades paralelas del Festival Internacional de Cine de Valdivia 2011. Asimismo desarrollar de manera sistemática este encuentro a lo largo de los años.

  1. Exigir el derecho de acceso a la cultura cinematográfica para el total de la población, de manera diversa y pluralista, así como un apoyo estatal concreto para la actividad cineclubística, reconocida legalmente en la Ley 19.981 de Fomento al Audiovisual.

  1. Rechazamos enfáticamente el financiamiento que actualmente el estado otorga a cadenas de cine destinadas a la explotación de esta expresión artística, en desmedro de financiar verdaderos formadores de públicos como son y han sido históricamente los cineclubes. El público tiene derecho a educarse a través del cine, conociendo autores, películas o movimientos de manera pluralista y no seleccionados o impuestos por el mercado.

  1. Nuestra actividad no es excluyente ni impositiva. Nuestra pretensión es que todos quienes realizamos actividades cineclubísticas a lo largo del país, conformemos esta red y a la vez intercambiemos libremente ideas en pos del beneficio común. No somos una entidad partidista ni respondemos a intereses externos, solo nos mueve nuestro interés por conformar una plataforma disidente de las convenciones de distribución, difusión y formación en la cinematografía actual. Nos situamos en un extremo de resistencia a las políticas económicas que busquen la explotación comercial del cine y la consecuente alienación del público.

  1. Celebrar a lo largo de todo el país, y como acción conjunta de esta red, el Día del Cineclubismo Chileno, a realizarse el 30 de Agosto de cada año, fecha que conmemora el natalicio del doctor Aldo Francia, uno de los ilustres impulsores de esta actividad en Chile. Asimismo nos sumamos a la propuesta de la Federación Internacional de Cineclubes, declarando el 10 de mayo como el Día del Público, conmemorando dicha fecha en la cual una acción policial represiva contra el público organizado dejó muertos y heridos en el Astor Opera House de Nueva York en 1849.

  1. Promover, capacitar y aumentar la cantidad de cineclubes existentes en Chile, con el objetivo mayor de que cada rincón de nuestro extenso país pueda acceder libremente a la cultura y  a la educación en torno a la cinematografía.




“Nosotros educamos hombres nuevos”
Dziga Vertov




Red de Cineclubes de Chile
07 de Junio de 2011 


2 comentarios:

  1. "hombres nuevos" refiere a una cita de Dziga Vertov. Se entiende un concepto que apela a la humanidad, no al género.

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